De repente empezamos a vernos menos.
Después los silencios en el teléfono se hicieron más largos.
Eran tiempos difíciles y siempre estábamos ocupados, así que hasta las conversaciones por chat se hicieron espaciadas.
Un día escuché esa canción que solías tararear y me di cuenta de que llevábamos tres semanas sin hablar.
No logré sentir nada.
Después los silencios en el teléfono se hicieron más largos.
Eran tiempos difíciles y siempre estábamos ocupados, así que hasta las conversaciones por chat se hicieron espaciadas.
Un día escuché esa canción que solías tararear y me di cuenta de que llevábamos tres semanas sin hablar.
No logré sentir nada.
nunca olvide tus libros, pero el dinero jamás esta de mi lado.
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